Un espacio entre anaqueles y libros

LAS PALABRAS Y LAS COSAS - LAS IDEAS Y LOS HOMBRES
UN ESPACIO PARA PENSAR LOS LIBROS... UN ESPACIO PARA QUE LOS LIBROS NOS IMPULSEN A PENSAR...

martes, 30 de noviembre de 2010

LUIS PY, UN CATALÁN EN AGUAS PATAGÓNICAS...

Un 1° de Diciembre de 1878, el Comodoro Luis Py de la Armada Argentina izó la bandera nacional en el paraje denominado Cañadón Misioneros a las 17 horas de ese histórico día. En sí, fue un acto simple y rápido, pero cuyas implicancias perdurarían en el tiempo hasta nuestros días.
Como sabemos, era de larga data el enfrentamiento no muy solapado entre Argentina y nuestros vecinos chilenos, en torno a la posesión definitiva de la Patagonia, que ellos reclamaban como propia. En aquel año, la cañonera chilena “Magallanes” había capturado a la nave norteamericana Devonshire que tenía permiso argentino para extraer guano en la región. El conflicto internacional no se hizo esperar y el Ministro de Guerra del Presidente Avellaneda, general don Julio A. Roca, envió a Py al mando de una escuadra rumbo a los mares australes para evitar más intromisiones de los trasandinos, entre cuyos buques se hallaba uno que cumpliría días de gloria futuros: la entonces cañonera y posterior corbeta “Uruguay” (hoy Museo expuesto en Puerto Madero, Ciudad de Buenos Aires). El 27 de Noviembre remontó el río Santa Cruz y por fin ese primer día de Diciembre reafirmó los derechos argentinos sobre tan vasto territorio.
No es casual que este sublime acto heroico, coincida con la campaña militar del mismo Roca hacia el Desierto y cuyo objetivo era terminar definitivamente con el imperio de saqueos y robos descarados a las poblaciones pampeanas por parte de los mapuches, quienes eran apañados por el gobierno chileno. Abiertamente Chile no podía ocupar nuestra tierras del sur por hallarse enfrascado en una guerra contra Perú y Bolivia, la llamada “Guerra del Pacífico” y no era adecuada estratégicamente hablando abrir otro Teatro de Operaciones y un enemigo más.
Es por ello, que hombres como Roca, Py, Piedrabuena, Levalle, Villegas o Vintter deben ser recordados con respeto y con la debida distancia histórica, sin anacronismos absurdos, ni torceduras de brazo a Clío, musa de la Historia, porque la Historia, al igual que la Verdad, no necesita de nuestras mentiras... (SS. León XIII)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Kennedy: los hombres mueren... sus ideas jamás

Un 22 de noviembre como hoy pero de 1963, era asesinado el presidente John F Kennedy. Continúa sumida en el misterio la autoría de los disparos que acabaron con su vida. La Mafia, el Sindicato de Camioneros, la CIA o Lee Harvey Oswald... las hipótesis son numerosas, poro el hecho concreto, históricamente relevante es que la superpotencia del Norte, ese trágico día perdió a uno de sus mejores mandatarios... Su muerte fue el reflejo de su vida: sus valores llevados al límite causaron el malestar de poderosos grupos que decidieron la eliminación del hombre más influyente de su época... Un católico en tierra de protestantes, al que le tocó enfrentar problemas domésticos como los derechos civiles o mundiales como el Muro de la vergüenza pergeñado por el bloque comunista, la Bahía de Cochinos o la Crisis de los misiles cubanos. 
Los valores que él sostuvo con energía, pese a los tiempos postmodernos que corren, gozan de buena salud: la idea de Libertad, que hace a la esencia misma del hombre y que no puede ser constreñida bajo ningún Muro o Isla de dictadores pasados de moda... no murieron aquel 22 de noviembre. El plomo puede matar el cuerpo de un hombre pero no las ideas y el legado de ese hombre. Este es el caso del 35° presidente de los Estados Unidos de América .Que el Señor lo tenga en su Santa Gloria.

Día de la Soberanía Nacional

Se la considera una victoria pírrica a esta batalla entre argentinos y la escuadra anglofrancesa por cuanto, los agresores sólo fueron dueños del "suelo que pisaron" y en definitiva nada lograron al romper las cadenas que el General Lucio Mansilla trató de interponerles. La Soberanía Nacional va más allá de esta espectacular muestra de arrojo y heroísmo por parte de los bravos criollos que ondearon el Pabellón con hidalguía. La Soberanía Nacional debe construirse todos los días, entre todos los ciudadanos, desde el "Primero" (el Presidente de la Nación Argentina) hasta el último en el último rincón de la República. Pero si desde las altas cumbres del Poder nos ofrecen un doble discurso "patriotero" y simplificante imputando el origen de los males nacionales a cuanto extranjero rubio o de cualquier color que anduvo dando vueltas por el Río de la Plata, entonces jamás veremos que gran parte de los mismos tienen su génesis en nuestra peculiar idiosincrasia. Por otro lado y, formando parte de ese doble discurso de mentas, la Soberanía se construye con Instituciones fuertes que estén al servicio de su Pueblo y lamentablemente desde hace largos años, se viene observando el desmantelamiento de una de esas Instituciones, las Fuerzas Armadas, pilar fundamental para preservar ese atributo del Estado que se evoca... Que esta política que nos aleja  de ese noble concepto de Nación esgrimido por Ernest Renan concluya prontamente. Viva la Patria.